Dile adios a la incontinencia urinaria

Me dio la risa y la orina se me escapó. Tosí y me oriné

Unos sucesos dolorosos capaces de provocar en no pocos casos vergüenza, frustración, desmoralización y aislamiento social.

Llegó la hora de cambiar esto; aquí te explicamos cómo.

El suelo de la pelvis
También llamado suelo pélvico, es una zona en la parte más baja del vientre, entre las piernas, formada por músculos entrelazados entre sí como una malla que sostienen formando una hamaca la parte baja del abdomen y sus órganos (vejiga, útero, próstata), estando atravesados además por la uretra, la vagina y el canal anal.

musculoPCh
suelo pélvico del hombre
musculoPCm
suelo pélvico de la mujer

 

Trastornos del suelo pélvico

Estos músculos, llamados en su conjunto músculo pubococcígeo, precisa como todo músculo de su ejercitamiento para mantenerse en forma. Su poco uso ocasiona su debilidad, y los órganos que sostiene se desorganizan, se desploman y sufren un mal funcionamiento. Esto contribuye a diversos trastornos: pérdidas de orina, infecciones urinarias, dolores en las relaciones sexuales, trastornos de la eyaculación y más…

 

La solución

 Localizando el músculo del suelo pélvico

La manera más sencilla es, cuando estás orinando, detener la micción de golpe; notarás una contracción, más o menos fuerte según el estado del músculo en la entrepierna: esa es la zona.

Ejercicios

Una vez localizado el músculo, puedes repetir esa contracción, digamos de tres a diez veces según la forma en que te halles, unas tres o cuatro veces al día, cuando quieras y en dónde quieras, nadie sabrá que lo estás haciendo.

Al principio, lo mejor será que lo hagas en un sitio tranquilo, de pie, acostada o acostado, o tras tomar asiento.

Los ejercicios son muy fáciles de hacer, y no tienen ningún efecto secundario.

Simula que estás orinando, y detienes la orina. De esta forma, contrae lentamente los músculos subiendolos hacia dentro tan fuerte como puedas. Aguanta la tensión durante 5 segundos y relájalos. repítelo 10 veces cada mañana, cada tarde y cada noche.

Aumenta poco a poco las contracciones hasta 15, 3 veces al día; después puedes aumentarlas a 20 contracciones. Puedes hacer además contracciones extra cuando te venga bien o te acuerdes.

musculoPCm2
suelo pélvico femenino

 

Adquiere la costumbre de hacer los ejercicios durante alguna actividad cotidiana, contestando el teléfono, sentada en la oficina… Si eres constante y regular puedes notar la mejoría a las 3 o 6 semanas, dependiendo del estado en que te hallases al principio.

Posibles errores durante su realización

La contracción de los músculos del estómago, muslos y nalgas, o aguantar la respiración dificultan el ejercicio. Concéntrate en mantener esas zonas relajadas. Los músculos que has de usar son los músculos pélvicos.

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A medida que compruebes la facilidad de su realización en cualquier momento y ocasión, te resultará más fácil y natural hacerlos. Recuerda: no importa dónde ni cuándo.

Una solución rápida a los escapes por la tos o estornudos, al levantar pesos o saltar: Antes del esfuerzo, aprieta los músculos y aguanta hasta después de hacerlo. Después de que acostumbrarte a apretar durante esos momentos, irás teniendo progresivamente menos percances.

 Problemas que soluciona o mejora:

  • incontinencia urinaria
  • incontinencia fecal
  • prevención de desgarros en el parto
  • recuperación de útero y anexos tras el parto
  • eyaculación precoz y trastornos de la erección
  • prolapso (caída) de órganos
  • mejoría de las relaciones sexuales

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